La razón de ser de la Universidad son sus estudiantes. Es ese grupo de personas sobre el que se moviliza el resto de la comunidad: docentes, nodocentes, gestores, con la mirada puesta en que, a través de ellos y ellas en un futuro no muy lejano, lo que sucede en las aulas, pasillos y espacios de la Facultad impacte positivamente en la vida de la sociedad.

Desde el ciclo lectivo de 2019, en UTN San Francisco ese grupo se amplió con la llegada de una nueva carrera: Ingeniería Industrial. Hoy, muchos de quienes dieron aquellos primeros pasos de esa especialidad ya están cerrando su ciclo de estudiantes. Y si bien parte de su vida universitaria transcurrió en otros espacios físicos, la identidad de estudiantes de UTN también los alcanzó y los marcó.

Una de esas estudiantes es Paloma Rodríguez, quien está en la etapa final de su carrera, trabajando junto a dos compañeros en la elaboración de su tesis. Fue la primera estudiante de Industrial en formar parte del grupo de abanderado y escoltas de la Bandera de la UTN San Francisco. Comparte el “gen tecnológico”.

“Ser estudiante de UTN para mí es algo lindo, es tener un apoyo constante. Siempre que te acercás a un profe con alguna duda, ya sea de la carrera o alguna duda sobre algo personal, siempre están dispuestos a escucharte, a ayudarte”, dijo Paloma. Y después remarcó que “es siempre tener a alguien al lado que te va a guiar, que te va a empujar a seguir adelante. UTN me ayudó mucho, muchas experiencias que yo tengo que me van a ayudar a ir con confianza hacia el mundo profesional en el cual vamos a empezar a desempeñar”.

“La UTN te ayuda a descubrirte a vos misma y a aprender no sólo conocimientos técnicos y de la carrera en sí, sino a cómo ir enfrentando los diferentes desafíos de la vida profesional y adulta”, aseguró la futura ingeniera.

El desafío de seguir la vocación

Con los estudios primarios y secundarios en el Instituto San Francisco de Asís, Paloma explicó que no fue fácil descubrir su vocación y seguirla: “Cuando terminé la secundaria, estaba un poco en duda sobre qué quería estudiar. Pensar en ingeniería era como pensar un poco en un monstruo, en un desafío. Pero siempre tuve un poco de interés por la ingeniería. Y cuando me puse a investigar sobre qué ingeniería había acá en la ciudad, apareció Industrial, que todavía no estaba. Y me interesó la parte de combinar esa lógica o estructura que tiene la ingeniería con todo lo opuesto que es el entorno dinámico con el que se encuentran las industrias hoy en día. Pero fue un choque, sí, fue un cambio rotundo y pasar de las ciencias sociales a la ingeniería fue todo un desafío”.

También se refirió a la experiencia de ser parte del primer grupo de estudiantes de una carrera que comenzó a dictarse con ellos: “Fuimos como un poco los conejitos de India. Fue empezar con docentes que ya eran docentes en un U(TN, pero con temas completamente distintos, porque Ingeniería Industrial reúne un poco las características de todas las ingenierías que se dictan, abarca un poco todos los ámbitos. Y fue ir armando el camino un poco junto con los docentes, con los directivos”.

“Nosotros fuimos como abriendo un poco el camino y armándolo juntos. Fue difícil, sí. El primer año fue todo un desafío personal, sobre todo. Pero era una meta que yo quería. Yo quería empezar a estudiar. Y, bueno, fueron surgiendo cosas como la pandemia en el medio, que hicieron el camino un poco más complicado”, dijo Paloma.

Después aclaró: “Pero siempre teniendo en mente la idea de querer recibirme, se pudo ir logrando lo que me enseñó la carrera o el camino. Es esto, la perseverancia, es el seguir adelante, el probar una vez más y tener presente que no pasa nada si me equivoco, que está perfecto, que es esencial el compromiso cuando uno arranca a estudiar una carrera, pero también es importante el permitirse disfrutar el camino y el proceso antes de llegar a la meta. Porque es una etapa que no se va a volver a repetir”.

Sobre si en algún momento de su trayecto como estudiante tuvo dudas sobre si era realmente el camino que quería seguir, Paloma respondió: “Sí, surgieron las dudas, sobre todo cuando pasó la pandemia, de si era realmente lo que quería o no. Y siempre apoyando a mis compañeros, que algunos también les fue surgiendo esa duda. Nos fuimos motivando entre todos para descubrir que era realmente lo que queríamos hacer y que solamente teníamos que ponerle un poquito de esfuerzo y de ganas para lograrlo”.

“Tuve la suerte de encontrarme con un grupo súper lindo, con edades variadas, que eso no se suele dar en todas las carreras. Y para mí son personas excelentes, van a ser todos excelentes profesionales. Y tuve la suerte de tener un grupo muy unido, que nos apoyamos entre todos en los distintos proyectos y metas que vamos teniendo. Y yo sé que me llevo amigos para toda la vida de la UTN”, expresó.

Al referirse a la experiencia de ser elegida escolta de la Bandera en representación de Ingeniería Industrial, señaló: “Fue una sorpresa, la verdad, tanto para mi familia como para mí. Fue algo hermoso, la verdad, el reconocimiento a tanto esfuerzo en tantos años. Y fue también un poco el abrirme los ojos, porque hay veces que uno está tan enganchado en la rutina diaria, en seguir, en qué voy a hacer más adelante, que no se pone a pensar el esfuerzo que uno puso para llegar al fin de la carrera. Y bueno, fue como un poco una caricia, una linda noticia”.

"A la carrera una no la hace sola"

Con sus 23 años, Paloma está a un paso de convertirse en la primera graduada universitaria de su familia, aunque su hermano también estudia en UTN San Francisco, y está a poco de graduarse de Ingeniero Electrónico. “Ser los primeros en mi casa a recibir un título universitario es algo que se va a llevar con orgullo. Mi papá está súper orgulloso en todo momento. Mi mamá también. Ellos para mí fueron pilares fundamentales en el recorrido. Siempre estuvieron al lado mío en la carrera. Yo siempre digo que la carrera una no la hace sola, sino que la hace acompañada de muchas personas, de la familia, de amigos que siempre están al lado tuyo. Apoyándote, si te fue mal en un parcial, te motivan y te impulsan siempre a seguir. Llegar a casa y que estén mamá y papá esperándote, la verdad que es un momento lindo y que sin el apoyo de ellos, no sé si hubiese sido fácil llegar hasta este punto”.

Al momento de hablar de su futuro, ella explica que la idea es “empezar a trabajar pronto, si es posible, cuando termine la tesis. Y el objetivo es siempre seguir formándome. Uno nunca termina de aprender y estudiar con lo dinámico que está el entorno. Entonces, la idea es seguir creciendo, seguir estudiando, aprendiendo y poder generar algún tipo de impacto positivo de la manera que sea aplicando los conocimientos aprendidos”.